Es ahora más difícil encontrar un tema del que hablar en estos posts. No porque no exista multitud de posibilidades, si no porque se hace un poco cuesta arriba seguir recordando y añorando lugares y entristecerse ante la distancia en el tiempo para poderlos visitar.
Sinceramente, el ánimo ha resurgido gracias a dos destinos que tienen que ver mucho con nosotros: Peregrinos a Santiago de Compostela y Palmeros a Jerusalén.
Galicia que nunca decepciona, todavía con ese punto de autenticidad que tanto se añora en otros lugares. La posibilidad de ganar el Jubileo entre 2021 y 2022, nos esperanza para volver a ver esas Rías hermosas, ese mar salvaje y por supuesto la belleza del camino y el reencuentro con el Santo.
Da igual el camino por el que lleguemos , Santiago de Compostela nos recibe con su generosa hospitalidad. Ciudad fácil de recorrer, alegre y animada, a pesar de esos días lluviosos que no por ello hacen perder el encanto de pasear por sus soportales y llegar a la Plaza del Obradoiro ; subir la escalinata, visitar la catedral y ganar el Jubileo , y con suerte ver como baila el Botafumeiro.
Y otra imagen que consigue calmar y alegrar el alma es pensar en Jerusalén, brindar por Jerusalén, adentrarnos en sus zocos, callejuelas, bazares y llegar al Santo Sepulcro, vivir esa pequeña locura de gentes unidas en un mismo fin de llegar subir al Calvario y posteriormente besar la tumba, sin importar el tiempo.
Pasear y deambular por el recinto como si de nuestra propia casa se tratara, intentar empaparnos de sus esencia y de cada uno de los rincones. Por cien veces que vayas, siempre descubrirás un nuevo rincón, una nueva sensación.
Peregrinos y Palmeros: Santiago de Compostela y Jerusalén, nunca defraudan.