Continuamos el recorrido de nuestro anterior post, Los Castillos de Loira, y nos vamos a descubrir más lugares franceses de gran belleza y hasta cierto punto desconocidos para muchos.

Nantes es una pequeña ciudad con un centro histórico de gran belleza.
Podemos destacar sus hermosas fachadas de entramado de madera del siglo XV, la catedral de San Pedro y San Pablo, con sus bóvedas de casi 40 metros de altura,  el Castillo de los Duques de Bretaña, residencia de la corte bretona y más tarde del rey de Francia, el Jardín de las Plantas, con 7 hectáreas de vegetación en pleno centro de la ciudad y más de 10.000 especias vivas, y muchas otras perlas a descubrir.

En el recorrido hacia Quimper podemos pasar por Concarneau y disfrutar del sabor marinero del “Finisterrae” francés. Y muy cerca no nos podemos perder Locronan y Pleyben, antiguas joyas entre la tradición ritual celta de los primitivos galos y el mundo bretón.

Y llegamos a Saint Michel, recordado por todos en nuestra retina, hemos visto muchas veces en fotografías esa majestuosa abadía gótica rodeada por el agua, Patrimonio de la Humanidad. Un monte en una pequeña península coronado con una fabulosa Abadía y que las mareas convierten a veces en isla.

Si continuamos hacia el norte llegaremos a las playas que el 6 de junio de 1944 fueron testigo del desembarco aliado en Normandía que dio inicio a la “Operación Overlod” y a la consiguiente liberación de Francia durante la II Guerra Mundial. Aquí podremos visitar el Museo del Desembarco de Arromanches.

Cerca de ahí se encuentra Lisieux, lugar de peregrinaje de suma importancia en Francia ,después de Lourdes, con la Basílica de Santa Teresa de Lisieux. Y seguidamente el puente de Normandía, impresionante obra de ingeniería desde el que hay una maravillosa vista panorámica sobre el Estuario del Sena.
Si continuamos hacia la Alta Normandía podemos conocer los acantilados blancos de Etretat, con una estación balnearia, refugio de los grandes impresionistas y lugar de inspiración para pintores como Courbet o  Boudin.
Desde ahí seguimos camino hasta el balneario de Deauville, Donde Napoleón II y su esposa Eugenia de Montijo eran asiduos y posteriormente Coco Chanel se asentó en este lugar revolucionando el mundo de la moda.

Estas son algunas pinceladas sobre los bellos lugares que esconde esa parte de la Normandía, no tan conocida, pero llena de atractivos . ¿Te animas a conocer Normandía ?

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