Una Trilogía de Hilario Peña Rojo:
Praga es bonita y pequeña,
la más niña de los tres,
Praga, tan linda, me enseña
a volverme de revés.En las aguas del Moldava
navegan mis pensamientos,
la tarde malva soñaba
con el alba y con el viento.Arriba quedó el castillo,
San Vito y la catedral,
y el sol que se hace un ovillo,
al entrar por el vitral.Abajo el barrio judío,
Nuestra Señora del Tyn,
puente de Carlos, el río
y la calle de París.Plaza del Ayuntamiento,
figuritas del reloj,
que dais entretenimiento
a turistas como yo.Con las estatuas del puente
todos mis sueños se sacian,
y me encontré, de repente,
dando gracias, dando gracias.
PASEO NOCTURNO POR EL DANUBIO EN BUDAPEST
I
Se cambia la noche en día
y el río, en calle mayor,
canta conmigo, Matías,
desde tu torre mayor.El Bastión de pescadores,
desde tan alto balcón,
como rey de ruiseñores,
canta su antiguo pregón.Esta noche el parlamento,
sin luces y a media voz,
se ha quedado en un lamento
y hay en su boca un temblor.Brilla en la noche la luna,
las estrellas dan fulgor
y Budapest, por fortuna,
brilla en todo su esplendor.II
Señor, cual niño pequeño, he venido al concierto
con el alma encendida de blanca luminaria,
y tengo, oh Dios, la suerte, el honor y el acierto
de escuchar, tierna y dulce, la flauta solitaria.Concede, Padre, que al despuntar el nuevo día
oiga el concierto de tus hermosos recitales:
la luz y los pájaros en bella algarabía,
del rosal y la rosa, del trigo y los trigales.Que en mis labios ahora florezca la sonrisa
para ti, como un beso filial y confiado,
que mi amor llegue a todos los hombres y, sin prisa,
atienda a los hermanos que Tú has puesto a mi lado.
ORACIÓN EN VIENA
Te bastaste, oh Viena hermosa,
a ti misma y creciste elegante y señorial
de espaldas al Danubio. Tu carisma:
ser la sede en la corte imperial.Con tu magia y hechizo se me fue
el alma, y la tuve que buscar.
Sobre una nube errante la encontré,
meciéndose en la música de un vals.Abre, Señor, la puerta de mi casa
y quédate conmigo. Tú en el centro,
que no busque la belleza que pasa,
siempre mis ojos, miren hacia dentro.Que nunca tenga que buscar las flores
en los jardines regios e imperiales,
contigo tengo todos los colores,
las dulces melodías celestiales.Sea mi vida verdadera
con recuerdos fraguados en amor.
Que cante la eterna primavera
con pájaros y música. Señor.