Vamos a hablar en nuestro blog de uno de los destinos que van creciendo en los últimos años, pero siguen siendo poco conocidos, cuando albergan todos los atractivos culturales, artísticos, paisajísticos y también de tradición religiosa, que nuestros viajeros buscan: las Capitales Bálticas. Nos referimos a Riga , Vilnius y Tallin, las capitales de los estados de Letonia, Lituania y Estonia; tres joyas auténticas.
A orillas del Mar Báltico, Riga, la capital de Letonia, es una ciudad bella y fascinante , cultural e históricamente. Aquí la historia medieval se fusiona con la modernidad y la naturaleza virgen se encuentra a solo un paso de la ciudad.
Riga es la ciudad más grande de los Estados Bálticos y uno de los centros culturales más importantes de la región. Fundada en 1201, su casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Al caminar por sus calles empedradas, nos sentimos transportado a la época en que Riga era un importante puerto de la Liga Hanseática, entre coloridas casas gremiales, iglesias medievales y elegantes plazas
Sin duda uno de los atractivos mayores de Riga es su arquitectura Art Nouveau. A principios del siglo XX, la ciudad experimentó un auge en la construcción de edificios de este estilo, y es uno de sus mejores ejemplos en Europa.
Si caminas por las calles de Alberta y Elizabetes , te sorprenderán las fachadas adornadas con esculturas , los balcones, y escondidos detalles ornamentales, que invitan a detenerse en ellos con calma. Y también los edificios de madera del siglo XIX
El corazón de Riga está la Plaza del Ayuntamiento, donde se encuentra la impresionante Casa de las Cabezas Negras, que originariamente es del siglo XIV y fue reconstruido fielmente al ser destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Con una enigmática fachada gótica,.
La cercana Catedral de Riga, con su imponente torre, domina el skyline del casco antiguo y es un lugar de encuentro para los conciertos de órgano y eventos culturales.
La Iglesia de San Pedro , de ladrillo y estilo gótico, tiene un ascensor, no apto para los que tengan vértigo, para ascender y llegar a un mirador con inmejorables vistas sobre la ciudad.
La Puerta Sueca es la única que se conserva de las 8 de la ciudad amuralladas. Llamada así porque fue construida por los suecos durante su ocupación en el siglo XVII.
Otro emblema de Riga es el Monumento de la Libertad , de 1935, un obelisco que se construyó en honor de los soldados muertos en la Guerra de Independencia contra las tropas rusas en 1918.
Para relajarse aún más, muy cerca de Riga podremos disfrutar del mar en la ciudad costera de Jurmala, de tradición balnearia y de extensísimas playas de arena de cuarzo blanco. Con sus villas de madera, spas y baños de barro.
En nuestro viaje completamos la experiencia con la visita del Parque Nacional de Gauja, en Sigulda, que se conoce como la Suiza letona, por sus boscoso paisaje . Su castillo del siglo XIII, el de Turaida, era la residencia del Arzobispo de Riga.
Desde ahí partiremos en carretera hacia Tallin, Estonia, pero esa es otra historia…