Alemania , al igual que otros muchos paises europeos, ha decidido retirar la obligación del pasaporte sanitario, al menos durante 3 meses desde el 1 de Junio.

Con el buen tiempo que ya ha llegado esta primavera y promete seguir en verano, es el momento de aprovechar para viajar a Centroeuropa .
Nuestro viaje que llamamos Capitales Imperiales , por ejemplo, es una gran opción , ya que aúna las imprescindibles ciudades de Viena, Praga y Budapest . Otra posibilidad es viajar a Baviera y Alemania.

Mientras te lo vas pensando, retomamos un antiguo post , y volvemos a pasear por Munich:

La capital de Baviera , una ciudad joven que tiene 1,3 millones de habitantes, es la tercera de Alemania en cuanto a población, detrás de Berlín y Hamburgo.
Es el único estado alemán de mayoría católica en el país, desde que surgió la Reforma de Lutero y los muniqueses se alinearon con la Contrarreforma.

Es imprescindible pasear por la animada zona peatonal, sin duda el corazón de Munich. Y la joya de la corona es Marienplatz : la Plaza de María.
El Ayuntamiento nuevo tiene una torre de 85 metros, a la que se puede subir en ascensor para apreciar las hermosas vistas. El símbolo de Munich es el famoso carrillón , que toca a las 11, 12 y 17 horas la danza de los toneleros, celebrando el fin de una epidemia de peste que padeció la ciudad entre 1515 y 1517.

Otro paseo muy relajante es el Jardín Inglés.
Está bañado por varios brazos del río Isar y el Eisbach . Tiene innumerables entretenimientos y se puede , incluso, surfear en una ola de un metro. Lugar ideal para descansar, después de tantos palacios y museos , y tomar una cerveza escuchando música popular. Hay muchos Biergärten , pero la preferida es la que se encuentra alrededor de la Pagoda China , icono del parque. Es el parque más grande Alemania y, según los muniqueses, mayor que el Central Park y el Hyde Park. Tiene casi 4 hectáreas.

En 1972 se celebraron aquí los Juegos Olímpicos y ello determinó el surgimiento de una extraordinaria infraestructura. Precisamente la Villa Olímpica está al lado de la empresa automovilística BMW.

A la noche es muy agradable recorrer el barrio de los artistas: Schwabing , cerca de la Universidad.
Entre sus 50 museos yo elegiría la Villa Lenbach ,por la presencia del grupo muniqués «El Jinete Azul «, creado en 1910 por Wassily Kandinsky , que tiene la mayoría de sus obras aquí. Este grupo estableció las bases del arte abstracto.

Lo que nos llama la atención es la grandiosidad que acompaña a todos estos edificios, palacios y parques.
Buen ejemplo de ello es el Museo Alemán , de Ciencia y Tecnología, único en su género en Europa. Contiene 300 salas en 55.000 m2 . Es uno de los mayores del mundo; baste con señalar que incluye una reproducción de minas de sal y carbón. Hay que elegir el tema que sea de nuestra predilección y conformarse con eso, o regresar varias veces más, para llegar a abarcar todo.

El mismo dilema se nos presentó al visitar la Residencia de los Wittelsbach , en pleno centro de la ciudad. Por supuesto es el mayor palacio de toda Alemania, por lo que íbamos preparados. Al principio fuimos respetuosos con la autoguía , pero tenía tantas salas, que decidimos apagar el aparato y echar sólo un vistazo a las siguientes; hasta llegar a las que están en la segunda mitad del palacio, que estas sí, resultan espectaculares. Una especie de «traca final».
El tesoro, en cambio, es pequeño. Suficiente para darle un vistazo de diez minutos. Teniendo en cuenta el espíritu práctico del alemán, ya tendrán sus joyas transformadas en macizos lingotes de oro, a muy buen recaudo.

Del siglo XVII es el Palacio de Nymphenburg , que fue residencia de verano de los Wittelsbach , aunque está a sólo cinco kilómetros del centro. Fue uno de los constructores el arquitecto francés Cuvilliés . Se exponen las famosas carrozas y trineos de Luis II. Desde atrás del palacio se aprecia mejor el hermoso parque, de 200 hectáreas ; aqui nace el gran canal , que termina en una cascada.
No podemos extrañarnos de que en esta corte se bailara el primer vals,… en 1740 !

 

 Foto : Palacio de Nymphenburg , por Constanze Groebmair. Via www.muenchen.de

 

 

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