Seguimos aquí nuestro recorrido por la nostálgica ciudad de Oporto. A su barrio más antiguo y típico se le conoce con el nombre de La Ribeira.
Lleno de bulliciosas tabernas, buenos restaurantes, atrevidos colores y ropas tendidas al sol. Varias veces sufrió remodelaciones a lo largo de su historia; la que afectó de un modo definitivo su fisionomía, fue la que se realizó en el siglo XVIII.
Se derribó gran parte de la muralla que protegía la ciudad, se sepultó el cauce del río Dávila y se amplió la plaza da Ribeira, durante siglos centro neurálgico de las actividades comerciales de Oporto, qué conserva un cierto estilo inglés.

La estatua, que desde finales del siglo XX preside la plaza, conocida como» Cubo da Ribeira», siempre fue motivo de controversias.
Fundamentalmente es su muelle o Cais, donde se alinean puestos de productos típicos de Portugal. Y sobre el río, una serie de embarcaciones conocidas con el nombre de rabelos. Son los barcos típicos de Oporto; tradicionalmente servían para llevar el vino de los viñedos hasta las bodegas. Hoy solo se utilizan con fines turísticos; salen del puerto de Ribeira y atraviesan los tres puentes, llegando hasta la desembocadura del río Duero en el Atlántico. Ofrecen una maravillosa e imborrable panorámica de la Ribeira.

En la ribera opuesta del río Duero se ubican la mayoría de las bodegas. Las más conocidas son posiblemente Calem, Ramos, Pinto y Sandemán, cuyos afiches popularizando su capa portuguesa y sombrero español de ala ancha, aparecen en los lugares más representativos de la ciudad.
Aunque pensemos que el español es la segunda lengua los portugueses, no es así. En todas las visitas priorizan el inglés y el francés, a pesar de que habitualmente hay muchos mas hispanoparlantes.

Sí vale nuestro consejo, antes de visitar alguna de aquellas bodegas, hay otros atractivos turísticos a tener en cuenta:
Pasear por la muy elegante semipeatonal Rúa Santa Catarina y alrededores, donde podremos visitar el mercado Do Bolhao. Es interesante conocerlo, porque además de tener puesto de alimentación, se pueden comprar productos típicos a buen precio. Siempre está muy animado.
Asimismo aconsejamos también la Confitería Do Bolhao, tradicional lugar para probar deliciosos pasteles café, y comidas rápidas. Y es imprescindible conocer el Café Majestic, de ambiente muy elegante, aunque un poco caro.

En ese recorrido se encontrará con la Capella das Almas o Santa Catarina, cuyos azulejos representan a San Francisco y al Martirio de la Santa. Fue pintado a mano por Eduardo Leite en 1929. El conjunto es del siglo XVIII, el revestimiento tiene 15947 azulejos.

Por supuesto no dejes de visitar la catedral de Oporto. Es una mezcla de distintos estilos que se van superponiendo. Su bello claustro gótico es uno de los más espectaculares de Europa.
En la Estación San Bento, admira su vestíbulo, realmente imborrable, con más de veinte mil azulejos en su interior. reproducen distintos pasajes de la historia de Oporto y Portugal.
Y muy cerca está la iglesia de San Ildefonso, con su impresionante fachada de azulejos.
Para concluir esta visita hay que sacar tiempo para visitar el Palacio de la Bolsa y su magnífico salón árabe. Y al lado del palacio, la iglesia de San Francisco y enfrente la de San Lorenzo…..como podréis comprobar, hay mucho que ver en Oporto.

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