Cuzco es la etapa central de nuestro viaje al Perú milenario.
Una geografía tan brutal como contradictoria, llevándonos del desierto costero a las blancas cumbres de nieves eternas y cordilleras en el Cuzco, la antigua capital del imperio del Tahuantinsuyo, qué en quechua significa» ombligo del mundo». Es uno de los contados lugares en el mundo capaz de complacer a cualquier viajero, ya sea aficionado a la arqueología e historia o amante de la naturaleza. Y llevándonos a la exuberante vegetación de la cabecera de la selva en Machu Picchu, donde el hombre y la naturaleza se conjugan en una armonía perfecta.

La ciudad de Cuzco, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1983, es sin duda uno de los destinos más importantes y más visitados del Perú. La Capital Arqueológica de América constituyó el centro de la civilización incaica.
Por orden de Francisco Pizarro, fue refundada a la usanza española en 1534. Es la ciudad más antigua del continente habitada sin interrupciones hasta la actualidad.
Su legado como eje del Imperio Inca se distingue a simple vista: la mayoría de las calles tienen muros de piedra labrada por los incas y por ellas pasean nativos de ascendencia inca que se expresan en quechua.
Todo Cuczo es belleza. Su arquitectura contrastada por el estilo español y la solidez de los monumentos , le confiere un sello singular, único. Entre sus calles empedradas se descubren edificios de construcción inca como el Koricancha y el palacio de IncaRoca;. junto a construcciones coloniales de estilo barroco andino, como la Catedral y la Iglesia de la Compañía. La Plaza de Armas es el centro de actividad de la ciudad, rodeada de restaurantes y cafés.

Aquí nació la famosa Escuela Cuzqueña de los siglos XVII y XVIII. Es considerada como el primer centro artístico organizado en el Nuevo Mundo. Es el resultado de la confluencia de dos corrientes poderosas: la tradición artística occidental, por un lado, y el afán de los pintores indios y mestizos de expresar su realidad y su visión del mundo, por el otro.
Hablar de Cuzco es también hablar de gastronomía y artesanía. Y es que los cocineros y artesanos han plasmado por generaciones el cuidado de sus costumbres y sus recetas y obras de arte popular. Recomendamos visitar el pintoresco barrio de San Blas, con los talleres y tiendas de los mejores artesanos. Sus calles son empinadas y estrechas, con antiguas casonas construidas por los españoles sobre importantes cimientos incaicos.

Si el centro de Cuzco es bellísimo, los alrededores albergan también numerosos lugares de gran interés. A diez minutos se levantan las gigantescas murallas de la fortaleza de Sacsayhuamán. Unos kilómetros más lejos, los sitios arqueológicos de Quenko, Puca Pucará y Tambomachay, construcciones incas realizadas totalmente en piedra. Y al noroeste, a una hora y media de Cuzco… el Machu Picchu, la impresionante y mágica ciudad pérdida de los Incas.

Imagen de portada: Plaza de Armas de Cuzco. Autor: Martin St-Amant. Licencia: CC 3.0 Unported

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