Lo primero que visitamos en Lagiewniki, Cracovia ,es el Santuario dedicado a la Divina Misericordia, a cargo de la Congregación que lleva su nombre.
Congregación que alcanza  fama universal gracias a Sor María Faustina, canonizada por Juan Pablo II el 30 de abril de 2000. Allí vivió y murió Sor Faustina.
Dicho santuario se encuentra en un barrio de Cracovia, en el sur de la ciudad. Es conocido en Polonia y en el mundo por el Santuario de la Divina Misericordia.

Fue visitado por Juan Pablo II en 1977. Estaba cerrado al público; solamente lo hacían las Hermanas y sus alumnas.
Hoy en día es un lugar muy importante de Peregrinación; a él acuden numerosas peregrinaciones de muchos países del mundo. Es el lugar donde se propaga el mensaje de la misericordia; se ora para la misericordia de Dios para el mundo, se practica a las personas que necesitan ayuda moral y también es el lugar de formación de los apóstoles de la Divina Misericordia.
Además allí están depositadas las reliquias de Sor María Faustina Kowalska.

Todos esos deberes crearon la urgente necesidad de construir una basílica con una función pastoral y una base social para los peregrinos y apóstoles de la Divina Misericordia – Casa de Ejercicios Espirituales, Casa del Peregrino, aparcamientos…-.
La Basílica fue construida de acuerdo al proyecto del profesor Witold Ceckiewicz de la Escuela Politécnica de Cracovia. Es una obra maestra de la arquitectura.
En honor a la verdad, la maqueta del desarrollo de esta basílica fue presentada al Papa Juan Pablo II , quien puso en ella su firma y bendijo a todas las personas que se comprometían a colaborar con dicha obra.

Yo creo que es una  gran oportunidad la que nos da la celebración del Jubileo de la Divina Misericordia, para peregrinar a este Santuario , motivo del presente post. Un buen motivo, una buena decisión.

Para finalizar nos gustaría trazar una breve reflexión:
Jesús aparece continuamente encarnando la compasión de Dios; de esta manera revela las «entrañas de la misericordia» de Dios. Es la transparencia de las entrañas del Padre; Jesús se conmueve, se compadece, perdona…ama incluso a los enemigos; lo que rompe las barreras de la lógica humana, desestabiliza nuestra escala de valores. 
Se trata de adoptar el comportamiento misericordioso de Dios para crear una humanidad nueva, en la que el perdón es uno de los rasgos distintivos. La misericordia del hombre para con  sus hermanos encontrará como respuesta la de Dios: «sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso«

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