Rumanía es uno de nuestros destinos que más se están poniendo de moda últimamente; y Transilvania, un lugar mítico en nuestro inconsciente, algo que ancestralmente forma parte de los cuentos y leyendas que oímos desde niños.
Ya dedicamos a Rumanía varias entregas de este blog , en las que dimos crónica de un grato viaje en el que recorríamos su sorprendente geografía.

Ahora volvemos a Brasov. Una de las cinco ciudades rumanas más importantes.
Data de 1380, construida por transilvanos sajones. Al entrar en la ciudad impresiona la proximidad de las boscosas montañas, los pies de las montañas son las paredes de la ciudad. Esta ciudad de Transilvania, es sorprendente y llena de atractivos: no se puede visitar Rumanía sin pasar por ella.

Su casco antiguo está lleno de callejuelas y casas típicas. El centro histórico de la ciudad es la plaza Sfatului o del Consejo, con impresionantes vistas a las acechantes montañas. Era la plaza donde estaba el Pilar de la Infamia, donde se juzgaban y colgaban a las brujas. Le rodean grandes calles peatonales que hacen muy agradable el paseo y la parada para degustar unas mititei o tuslamá con una rica cerveza.

Destaca la inmensa Iglesia Negra (Bâserica Neagra). De estilo gótico fue inicialmente Catedral, y fue incendiada en 1689 por los austriacos. Es conocida por Iglesia Negra desde ese momento; se cree que inicialmente era una capilla  y sobre ella comenzó la construcción en 1384.
Según la costumbre del siglo XV de los arquitectos alemanes, la basílica está formada por tres naves con la misma altura. Después del terrible incendio, los albañiles polacos colaboraron para repararla, y terminaron dándole el estilo barroco.

Cuenta con la mayor campana de toda Rumania, 6 toneladas, un órgano con 4.000 tubos y una importante colección de alfombras turcas. Hoy en día es un museo que se puede visitar. Y se celebra culto luterano los domingos.

Cerca de la Iglesia Negra está la calle de la Cuerda, Strada Sforii, una de las calles más estrechas de toda Europa , y además no es corta:  mide unos 80 metros de longitud, y de ancho sólo 1,3 metros , para dificultar el paso del enemigo y sus caballos en la Edad Media.

Y ,si tienes tiempo, es una buena idea subir en el viejo teleférico que te deja en la cima del monte Tampa, con unas imponentes vistas de la ciudad.

Ya fuera de Brasov, a sólo media hora en coche, se encuentra el Castillo de Bran, construido por los caballeros teutones durante su traslado de Palestina a Hungría. Famoso por ser el hogar de Vlad el Empalador, aunque no hay ninguna evidencia que lo confirme.
Vlad el Empalador , uno de los personajes más crueles de la historia , pasó dos días en las mazmoras del castillo. El inspirador para Bram Stoker de su novela Drácula, motivo por el que es conocido como Castillo de Drácula. Hoy está abierto para los turistas. 

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