Proseguimos nuestro viaje de peregrinación por Italia,

En Siena:

Siena es una ciudad  donde se respira el triunfo de la conservación y el orgullo del medievo italiano. Una ciudad para el paseo,  la meditación y la sorpresa.
Quedarse entusiasmado ante la fachada de la catedral,  o la originalidad de su Plaza del Campo  son algunas de las sensaciones que nos esperan en la ciudad del Palio,  la fiesta de todas las fiestas en Italia.

En Pisa:

Llovía muchísimo  a primera hora de la mañana  aún así nos  animamos a todo en esta ciudad de los «milagros»,  que toma el nombre de su famoso Campo Verde,  lleno del mejor románico.
Esta visita nos permitió revivir,  en pocos metros, el ciclo completo del cristiano desde su nacimiento, baptisterio,  hasta su muerte, camposanto, pasando por la Catedral y su campanario, que no es otro que la archifamosa Torre Inclinada, un lujo a disfrutar.

 En Florencia:

Aquí confluyeron  todos los grandes espíritus de la creación italiana para dejar huellas imborrables  que convierten a esta ciudad en un museo. Indiscutiblemente el Renacimiento marca toda una época de esplendor. Fue una explosión de talento artístico literario y científico, basada en el interés por la cultura clásica  bajo el gobierno de los Médicis.
Florencia es la ciudad con mayor número de museos por habitante del mundo. Se contabilizan hasta ochenta,  entre los que destacan la Galería de la Academia, con la obra maestra de la escultura: el David de Miguel Ángel y la Galería de los Uffizi , con las grandes obras de los artistas del Renacimiento. Será el reencuentro con la belleza y la pasión del arte por el arte.
Paseando por esta ciudad le llamarán la atención los mercadillos. Entre ellos el de la Paja y el de San Lorenzo, famosísimos por sus gangas y variedad; todo vale en sus  puestos y tiendas a los precios más tentadores. Sobre todo la ropa de cuero, seda, jerseys, complementos, paraguas, recuerdos, objetos en mármol de Carrara, marquetería, etc.

Además del puente Vecchio ,  la plaza del Duomo con su catedral cuya cúpula, símbolo de la superioridad técnica de Florencia,  es una de las más mayores obras del Renacimiento. La iglesia panteón de la Santa Cruz, que evoca el espíritu verticalista del gótico nórdico, la calle Calzaiuoli, la plaza de la Señoría, Palacio Pitti y jardines de Boboli, las Capillas Mediceas, la Plaza de la Libertad y la de Miguel Ángel.
Si ,por casualidad, queda un tiempo libre, no deje de visitar el convento de San Marcos de los Padres Dominicos, hoy museo donde el Beato Fra Angélico vivió y decoró magistralmente todas las celdas aposentos de los religiosos con frescos en los que, en su mayoría, Santo Domingo aparece contemplando los misterios de la Pasión y Resurrección del Señor. Aunque la  atracción principal del museo es el fresco de la Anunciación, mundialmente  reconocido y admirado.

Foto de portada de Lord Ferguson con Licencia Creative Commons 2.0. 

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