Cada vez se oye más hablar de Eslovenia , como destino turístico. Nadie pensaría que un país tan pequeño , que forma parte de la antigua Yugoslavia, iba a reunir tantos elementos atractivos: una naturaleza majestuosa con los Alpes Julianos presidiendo, su encantadora y acogedora capital Liubliana , el famoso pueblo de Bled con la Iglesia en el lago , el Mediterráneo de Piran que anticipa y compite con la belleza de su vecina Croacia, los valles glaciares junto al lago Bohinj y además mucha devoción cristiana que se respira en sus Iglesias.

Liubliana es la capital , una ciudad confortable y bonita, muy bien comunicada ,  que merece absolutamente una estancia de varios días para relajarse y disfrutar del magnífico ambiente que hay a lo largo de su río Ljubljanica , en sus dos rivieras, salpicado de terrazas para degustar sus vinos y restaurantes , desde los que se puede contemplar la calma del río y arriba el monte con el Castillo, al que se puede acceder en funicular o en un agradable paseo , que será recompensado con unas magníficas vistas de la ciudad

El río Ljubljanica , se atraviesa por distintos puentes como el puente Triple y el puente de los Dragones.
Junto al puente Triple está la plaza Preseren, el corazón del centro histórico , todo peatonal. Esta plaza está presidida por la Iglesia franciscana de la Anunciación, reconocible por su fachada barroca rosada. Al entrar para asistir a la Misa, nos quedamos sorprendidos por la cantidad de juventud asistiendo, y su devoción. Fue terminada en el año 1669.

También hay que visitar la catedral de origen gótico de San Nicolás, con su cúpula verde y sus torres gemelas, reconocibles desde cualquier punto de la ciudad.
Cerca de Liubliana, a unos 50 kilómetros, está Bled, un pueblo de fábula , con su lago de aguas azules turquesa y su famosa isla con la Iglesia de la Asunción de María, en los que ascendemos por los 99 escalones, símbolo de esfuerzo espiritual. A la isla podemos acceder en una pletna (embarcación tradicional de madera) o remando nosotros mismos en un bote alquilado. 
También está el Castillo, al que se asciende con una bonita caminata, y en el que suele haber un mercado medieval.

Bled nos sirve de partida a otra etapa diferente del viaje : los majestuosos Alpes Julianos, un destino ideal para el senderismo entre altas montañas, valles, glaciares y estaciones de esquí. 
Kranjska Gora, en el parque nacional de Triglav ,cerca de la frontera con Austria e Italia,es un pueblo y centro turístico de deportes de montaña donde solemos dormir. Desde aquí tenemos bellos paseos hasta el lago Jasna o al lago glaciar de Bohinj, el lago natural más grande de Eslovenia , perfecto para actividades acuáticas. También están cerca cascadas como la de Pericnik, que tiene la peculiaridad que se puede caminar tanto encima como por detrás de ella.

Es muy recomendable también Ptuj, la ciudad más antigua de Eslovenia, de atmósfera medieval y calles empedradas. En lo alto la iglesia de San Jorge. Y por supuesto Maribor, la segunda ciudad del país, con otra majestuosa Iglesia Franciscana de ladrillo rojo.
Y además para rematar la experiencia eslovena , asómate al Adriático visitando Piran , con su arquitectura veneciana, ya que formó parte de la República de Venecia, maravillosa y amurallada, con la plaza Tartini
Y mucho más, que esperamos que descubras por ti mismo en tu próximo viaje.

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