Siguiendo nuestro viaje por Grecia , llegamos a uno de los parajes más agrestes del golfo de Corinto, donde se encuentra Delfos : las ruinas del que fue el oráculo más famoso del mundo. El lugar estuvo consagrado inicialmente a la diosa de la tierra, Gea.

Zeus soltó dos águilas desde los extremos de la tierra y ambas se cruzaron en Delfos, señalando el centro del mundo. Allí se situó una piedra: ónfalos, el ombligo. Según la tradición hay otra leyenda en la que Apolo mató en el lugar a un serpiente llamada Pitón y estableció el oráculo en el lugar que ocupaba el de Gea, utilizando a Pitonisa (sacerdotisa), como médium para responder a los visitantes.

La joven sacerdotisa, pitonisa, fue raptada y violada por lo que se decidió que serían mujeres de más de cincuenta años, y llegaron a ser tres sacerdotisas las que respondían a las preguntas. La sacerdotisa se reclinaba en un trípode que estaba suspendido en el abismo de una grieta sagrada donde emanaban gases tóxicos. Produciendo sus efectos en la sacerdotisa que emitía sonidos y palabras inconexas que los sacerdotes interpretaban como respuestas de Apolo.

Griegos y extranjeros iban al oráculo, llegaban al templo de Apolo ascendiendo por el Monte Parnaso, purificándose en las aguas de la fuente de Castalia, salpicaban a una cabra con agua helada y si temblaba era sacrificada y se permitía entonces al peregrino hacer su pregunta. Pagaba su tarifa y esperaba su turno. La pitonisa recibía la pregunta en una tabla y tenía que entrar en trance para responder. Un sacerdote traducía los ruidos y sonidos de la sacerdotisa en versos.

Solían escribir consejos más que respuestas concretas, ampliando la posibilidad de acierto del oráculo; así se consiguió mantener a Delfos como el más fiable y mantenerse durante varios cientos de años.
Phalantos hizo una consulta sobre su expedición a Italia y escribió como respuesta que llegaría a conquistar Tarento nada más sentir la lluvia de un cielo claro. El conquistador entendió el oráculo cuando sintió las lágrimas de su esposa Aithra en el cuello. Creso, consultó a varios oráculos antes de hacerlo en Delfos, al preguntar que sucedería si atacaba a los persas, la respuesta fue que destruiría un gran imperio… lo que no sabía es que ese imperio fue el suyo.

A partir del 589 a.C. comenzó su decadencia, después de dos guerras santas y rivalidades entre grandes ciudades, restándole credibilidad. Roma conquistó Delfos en el siglo II a.C.y Nerón lo saqueó en torno al 60.d.C.
Fue clausurado por Teodosio en el 385, aunque unos años antes el emperador Juliano al hacer una consulta recibió como respuesta que los arroyos proféticos estaban muertos.

En 1893 comenzaron las excavaciones arqueológicas de Delfos, se encontró la Via Sacra que ascendía por el monte Parnaso hasta el Santuario de Apolo. Había un estadio de 7.000 plazas, un gimnasio, pequeños templos y edificios para las ofrendas, y un teatro de mármol. De todos los templos destaca el de los atenienses, construido después de la batalla de Maratón (490ª.C.) y reconstruido en el siglo XX.
Del templo de Apolo sólo queda alguna columna, pero no se ha encontrado la famosa grieta de la que provenían los vapores sagrados. Detrás del santuario hay una enorme pendiente hasta el Barranco de Pleistos. El valle con el mayor olivar del mundo que se llega hasta el golfo de Corinto.

Tholos, rotonda de columnas del siglo IV es la edificación de mayor belleza de Delfos, es una parte del santuario de Atenea. El estadio es el mejor conservado de Grecia.
Polyzelos al ganar unos juegos ofrendó una estatua de bronce que se encontraba en un carro arrastrado por caballo y es el famoso auriga de Delfos. Fue encontrado en 1896. Hoy en día se encuentra en el museo junto con la esfinge de Naxos, el Tolo de Marmaria y el ónfalo, que es la piedra que indicaba el ombligo del mundo en Delfos.

Imagen de portada : Delphi temple of Apolo. Autor David Monniaux. Lic. GNU free documentation 1.2.

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