El Monasterio de Rila, Patrimonio de la Humanidad desde 1983, es probablemente el lugar más visitado y famoso de Bulgaria, compitiendo con el Mar Negro.

En el siglo X, Juan o Iván en eslavo, abandona a su familia aristocrática para retirarse a orar en soledad en las montañas de Rila. Vivió en una cueva y en el hueco de un árbol; se alimentó de hierbas, fue conocido como el Monje de los Milagros y fueron muchas las personas que quisieron saber de él. Se le unieron discípulos, iniciando una comunidad monacal. A su muerte, después de ser canonizado, el Monasterio se fue haciendo más grande y esplendoroso.

Con la entrada del Imperio Otomano, el monasterio sufrió múltiples embestidas, siendo un referente de la Bulgaria Cristiana Ortodoxa, superviviente a la islamización. En 1833 sufrió un importante incendio, los búlgaros más adinerados colaboraron en la restauración del monasterio, plasmando en su recuperación lo que se conoció como el Resurgimiento Nacional. Hoy en día la Iglesia de la Natividad guarda los restos de San Juan, y es la más hermosa de Bulgaria.

El Monasterio cuenta con arcos que parecen cientos de ojos mirando inquisitivamente desde la montaña. En el centro del patrio se encuentra el templo de La Natividad, cinco bóvedas de cruz con dos capillas laterales. 

El Monasterio reposa bajo las cúpulas sostenidas por muros rojiblancos y arcos blanquinegros. Bajo los arcos están escenas de la Biblia, ángeles, demonios y carteles explicativos para los peregrinos. Las arquerías de la Natividad son un ejemplo del miedo a los espacios vacíos ,horror vacui, murales espectaculares que recuerdan frescos del medievo.

En el interior del templo el Iconostasio, tallado por los tallistas de Samokov, reluce como si recibiera los rayos directos del sol. También hay iconos con las figuras más veneradas por la Iglesia Ortodoxa.
Se conserva  una urna con restos de San Juan , otros restos se encuentran en Veliko Tarnovo.
Merece destacar el Museo del Tesoro con innumerables objetos relacionados con el Monasterio: manuscritos, vestimentas, piezas de orfebrería, una famosa cruz de madera de 80 cm de alto con cientos de escenas de la Biblia que hizo un monje durante años con gran detallismo y más de 600 figuras humanas y animales.
Destacan aparte del Museo, las antiguas cocinas del monasterio con su gigantesco horno, la Torre almenada de Hrelyo (única estructura intacta de la Edad Media), la Torre Jreliyova, que fue vivienda de los monjes en tiempos de guerra.
En la quinta planta de la torre se encuentra la capilla de la Transfiguración de Dios.

A todo este fantástico patrimonio, hay que añadir las murallas de piedra de 22 metros de altura que rodean el patio, cien celdas monásticas, las fuentes de agua, y mucho más.

No hay que irse de Rila sin visitar, a unos 4 Km del monasterio,  la cueva donde se refugió San Juan de Rila;  junto a esta se construyó la Iglesia “Asunción de San Juan de Rila”.

Imagen de portada: Rila Monastery , by Pudelek .  Lic CC BY-SA 3.0.

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