Retomamos nuestra Ruta de San Pablo en Turquía , que habíamos dejado en las míticas Mileto y Didima , y llegamos a ahora a uno de los lugares estelares de la peregrinación: Éfeso , una de las siete iglesias del Apocalipsis y la ciudad que albergaba el Templo de Artemisa, considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Esto ya es motivo suficiente para conocer Éfeso, pero es que hay muchísimos más, como ya veréis…
Fundada en el siglo IX aC, a orillas del río Caistro, y con un puerto muy importante en el mar Egeo ; con el tiempo se convirtió en la segunda ciudad de Oriente, a nivel de Alejandría y una de las primeras ciudades jónicas de Asia Menor.
Efeso no participó en el levantamiento de las ciudades jónicas contra Persia. Darío la respetó como ciudad, respetó a sus habitantes y su templo. Durante el Imperio de Octavio Augusto se construyeron varios monumentos dando un gran esplendor a la ciudad. Era uno de los más importantes centros culturales de la antigüedad, sede de la Escuela Jónica y cuna de figuras famosas como el gran filósofo Heráclito.
Las excavaciones que se han llevado a cabo en Efeso, han dejado descubrir importantes zonas arqueológicas de la cultura grecorromana:
Empezamos por la Vía de los Curetes, que es la avenida de la que salen las calles que comunican con los baños cercanos a los montes. La vía principal es de mármol , cubriendo el sistema de drenaje de tuberías; en sus lados irás viendo espléndidos mosaicos. En su inicio está la Puerta de Hércules.
La Fuente de Trajano cuenta con dos pisos , 12 metros de altura, y en medio de la fuente hay una estatua del emperador. En el Templo de Adriano están representadas las diosas de la Suerte y de la Abundancia.
También hay cerca un pequeño teatro llamado Odeón o Bouleuterion, que da a las montañas, y se utilizaba como asamblea de la ciudad y para algunas representaciones.
Al final de la vía Curetes está otra de las estrellas de Éfeso: la Biblioteca de Celsus. Llamada a sí por Julio Celso Polemeano, cónsul de Roma y procónsul de Asia, que inició la construcción y al morir la continuó su hijo, donando una gran fortuna para libros. Es la tercera biblioteca antigua más importante, después de Alejandría y Pérgamo. Los godos la incendiaron y fue restaurada.
Si sigues por la calle Mármol, llegarás a la calle Puerto , donde estaba el antiguo puerto y podrás gozar de las bellas vistas al mar.
Las Termas de Escolástica son estancias termales provistas de un sistema de calefacción y numerosas piscinas. En su estructura original tenían tres pisos, y una de sus entradas dan a la calle Curetes. Y no hay que olvidarse de visitar el más hermoso de los gimnasios, el de Vedius.
En el lugar opuesto a la calle Puerto está el Gran Teatro, una espectacular construcción grecorromana. Tiene una capacidad para 25.000 espectadores, con una acústica realmente extraordinaria, y se utilizaba de sala de conciertos y asamblea de la ciudad
A unos dos kilómetros de Éfeso está el Museo de Selçuk, en el que destaca la estatua de Artemisa, con sus innumerables pechos, símbolo de abundancia. Pero desgraciadamente del Templo de Artemisa, sólo queda una columna testigo de su antigua grandiosidad , ya que fue destruido por un incendio en el año 356 AC, la noche que dicen nació Alejandro Magno. Se encuentra en un lugar entre Selçuk y Éfeso.
La presencia cristiana en Éfeso tiene como figuras de primer orden a Pablo y a Juan, el Evangelista. Pablo se detuvo en Éfeso en su segundo viaje misionero. Pero fue durante el tercer viaje cuando Éfeso se convirtió en el centro de su actividad apostólica. Juan, el Evangelista, pasó aquí sus últimos momentos y le dedica una de las siete cartas del Apocalipsis.
Además en Éfeso se celebró el tercer Concilio, en la Basílica dedicada a María, Madre de Dios, y se puede visitar la llamada “Casa de la Virgen” descubierta por la visionaria Caterina Emmerich.