Son dos los pueblos que se disputan el lugar o identificación con el Caná evangélico:

  • Kirder Qana (o Khirbet Kana) , a 14 kilometros al norte de Nazaret. Las excavaciones realizadas obligan a pensar en la posibilidad de su identificación con el poblado del evangelio
  • Kafr Qana (o Kafr Kana) , a unos 7 kilómetros de Nazaret. Sin definirnos sobre la identificación; hasta el momento, prácticamente la mayoría de los peregrinos , visitan Kefer Qana , donde está el santuario que conmemora el primer signo de Jesús.

Como digo, dejamos a los arqueólogos, biblistas y estudiosos en general, que sigan investigando para que un día identifiquen el lugar exacto. Mientras se aclaran las cosas, seguiremos visitando la iglesia franciscana de Caná , donde se recuerda el milagro de la conversión del agua en vino , realizado por Jesús a petición de su madre.

Caná aparece recortado en una ladera. La vista es hermosa , particularmente cuando al pueblo se le ve bañado por los rayos del sol poniente.
Antes de entrar en el pueblo, a la izquierda junto a la carretera, hay un manantial apenas visible por estar ya canalizado, donde los peregrinos antiguos se lavaban devotamente, y pensando que era la única fuente,  se llevaban el agua para ser convertida en vino por Jesús.
El poblado ha crecido mucho en las últimas décadas. Se estima que tiene más de 12.000 habitantes, de los cuales 2.000 son cristianos, y musulmanes el resto.

La iglesia franciscana donde se conmemora el milagro, tiene influencias de la Catedral de Salzburgo, aunque más pequeña. Fue levantada en 1879, con sus dos torres gemelas. El interior es de planta de cruz latina.
El altar mayor está presidido por un cuadro que representa a Jesús con su madre en las bodas de Caná.
Descendiendo a la cripta, presidiendo el altar, hay otra representación alusiva al hecho: Jesús bendice las tinajas, al lado de su madre y otros testigos.
En el centro y protegido por unas rejas, reposa un cántaro antiguo de piedra, que reproduce la forma de las ánforas de la época.
No muy lejos de la basílica de los franciscanos, se encuentra la capilla de San Bartolomé (Natanael) , oriundo de Caná. Sobre el lugar de su presunta casa los cristianos edificaron una iglesia. Transformada en mezquita y arruinada, fue adquirido el terreno por los franciscanos que construyeron la actual capilla.

La parte festiva del viaje no podía faltar. Aquí en Caná , los esposos que peregrinan a este lugar renuevan su compromiso matrimonial. Unos se atienen a reproducir la fórmula al pie de la letra, sin equivocarse, conteniendo la emoción y un par de lágrimas. Otros, equivocándose mil veces, están hechos un lío, pero dan rienda suelta a sus sentimientos profundos y si hay que llorar a mares, se llora.
La alegría y la tristeza se dan la mano. No faltan casos muy duros, como ellos mismos reconocen. Tampoco momentos de felicidad. También hay quienes se sinceran  y hablan de sus infidelidades, ! admirables !.
Finalmente decir que hemos tenido parejas que expresamente han organizado su viaje para casarse en Caná. El vino estaba ya garantizado.

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