Hace unos meses visité el área arqueológica de Magdala. Responde a la época helenístico-romana , cuando la región del Lago, en la ribera occidental del Galilea, conoció un gran florecimiento por la proliferación de nuevos núcleos urbanos, y recuperación de los antiguos como Tiberias o Magdala.
En ocasiones, el lago sirvió de demarcación política, y siempre de lazo de unión entre los diversos estados o poblaciones que se agrupaban a su alrededor, entre los que existía un activo comercio marítimo.
Saliendo de Tiberias hacia el norte, se bordea el Lago hasta llegar a lo que fue la antigua Magdala, en la punta sur de la llanura de Guinosar. Al entrar en la llanura, a la derecha, entre la carretera y el mar, se ve una pequeña torre romana y algunas ruinas más excavadas por los franciscanos desde 1971, en una propiedad de la custodia de Tierra Santa. Son algunos restos de la patria de María Magdalena.
Según los resultados de la investigación arqueológica, la ciudad de Magdala tuvo una existencia relativamente corta; es decir, desde el siglo segundo a.c. hasta el periodo bizantino.
De entre los restos hallados destacan: una torre cisterna de finales de siglo primero d.c.; un corto tramo de calzada romana, quizás el cardo de la ciudad, que pudo coincidir con la Via Maris ; y un pequeño edificio rectangular con columnas en el interior en tres de sus cuatro lados, identificada como una probable sinagoga del siglo I d.c.
Al sur, fuera de la propiedad franciscana, aparecieron casualmente ruinas de un monasterio bizantino.
Hoy día, el área arqueológica conocida como Magdala Center , está bajo la dirección del Padre Juan María Solana, sacerdote mexicano. Dicho centro, recientemente inagurado, está llevando a cabo un proyecto religioso y turístico apoyado por ciudadanos mexicanos.
De momento sólo funciona y está abierto al público el parque arqueológico. Su recorrido turístico será sin duda como vivir una experiencia de la era del siglo primero en la ciudad antigua de María Magdalena , donde los visitantes podrán recorrer las áreas más importantes que acabamos de mencionar.
En el marco de las referencias bíblicas, María Magdalena viene presentada como una de las mujeres que acompañaban a Jesús, debido quizá a que el maestro la había liberado de siete espíritus inmundos. Los evangelistas atestiguan que se hallaba «al pie de la cruz», y «cerca del sepulcro».
Junto a la «otra María fueron a ver el sepulcro», y también fue agraciada con una aparición directa del propio resucitado.